43 dias DB (despues de Botnia)

Ganó, huir cobardemente.

Crux Sancta Sit Mihi Lux. Non Draco Sit Mihi Dux. Vade Retro Satana. Nunquam Suadeas Mihi Vana. Sunt Mala Quae Libas. Ipse Venena Bibas. (La Santa Cruz sea mi luz. No sea el demonio mi guía. Retírate, Satanás. No me aconsejes vanidades. Son malas las cosas que brindas. Bebe tú esos venenos.)

1
Capitán Bermúdez es un caos. Es fácil crear el pánico grupal en una pequeña ciudad de la Argentina a base de mentiras e inventos. Eso lo saben bien los políticos. Pero esta vez el miedo provenía de algo real, tangible y demoníaco.

Pocos habían creído nuestros relatos de mutantes avanzando sin remedio a su encuentro. La mayoría borrachos en bares de mala muerte. De los sobrios, ninguno adhirió a la idea de formar un ejército civil para detener la invasión.

La burla en pocas horas se convirtió en pánico de masas. No lo sé ciertamente, pero factiblemente, alguien con una credibilidad mayor a la nuestra y con familiares en zonas afectadas por mutantes, habría logrado confirmar la historia. El boca a boca es más rápido que la pólvora. Si un chisme puede dar la vuelta al mundo en menos de 80 días, este podría hacerlo a la velocidad de la luz.

La gente enloquecida huía con lo poco que podía llevarse. El apuro y estado de enajenación llevaba a cometer graves imprudencias. Los atropellamientos y colisiones se sucedían uno tras otro. Las calles se tornaron en una escena dantesca. Gente corriendo, peleando, atropellando, gimiendo. Niños perdidos pidiendo a gritos por la madre. Heridos regados por donde uno mirase con lesiones horrorosas y obscenas que jamás olvidaré.

2
_Carlitos. Esta gente enloqueció. Tenemos que rajar antes de que nos maten!!
_Si!! Pero a donde? Todas las rutas están obstruidas por accidentes. Tal vez estos pobres incautos choquen de frente con el ejército.
_Si escuchan a este viejo… –Dijo mi padre biológico, interrumpiendo la desesperada charla-.

_Hay que lograr ingresar al ojo del huracán y permanecer allí. Es el lugar más seguro en una tormenta.

Nos miramos con Carlos en un vano intento por comprender la exposición de Armando.

_Escuchen. Cuando una plaga asola una zona, nunca queda quieta. Tampoco conquista las tierras que devasta. Debe moverse para seguir alimentándose. Esta plaga de mutantes se mueve en base a la necesidad de devorar todo ser vivo. Por lo tanto y si no me equivoco, están avanzando en forma concéntrica al primer foco de aparición.
_Quiere ud. decir, que la única manera de zafar, es saltear la línea de avance de los mutantes y quedar tras ella?
_Tu amigo es muy inteligente, Mateo.
_Es una locura. No estamos armados ni tenemos la gente para sortearla. A donde ir además?

3
_Carlitos. Es una locura. A vos que te parece?

Era cuestión de vida o muerte, así que pedimos privacidad a Armando para discutirlo. Además, al lugar que proponía ir sonaba descabellado.

_Es bastante loca la idea, aunque sinceramente me despierta bastante curiosidad.
_No será un delirio de un viejo amargado?
_No sé. No creo que alguien pueda tener la cabeza como para inventar algo así.
_Si. Es demasiado loco para ser solo imaginación. Monjes armados hasta los dientes!
_Y bueno. Nunca te preguntaste como se entretienen en los conventos?
_No y no quiero imaginarlo tampoco!
_Vamos hasta la abadía entonces?
_Estamos jugados.

4
160 km por hora. Carlitos estaba batiendo un record. Ninguno de los ocupantes del automóvil esgrimiría algo contra eso. Debíamos llegar lo más rápido posible a la abadía. La diferencia de llegar antes que los mutantes tal vez era de unas pocas horas o minutos.

En medio del puente Rosario-Victoria, a pocos kilómetros del destino, vimos pasar en sentido contrario varios autos con gente frenética. Nos hacían señas para que diéramos la vuelta. Seguramente eran de los pocos sobrevivientes de los pueblos y ciudades que estaban siendo asolados. Los mutantes estaban cerca.

Ya en Entre Ríos y casi llegando a la abadía, que queda a pocos metros de la cabecera del puente, Carlitos refunfuñaba.

_Estos de Gualeguay son unos culos rotos!!

Había divisado un cartel promoviendo el carnaval de Gualeguay. Entre Gualeguay y Gualeguaychú hay tirria por el carnaval, y los de Gualeguay utilizan la repercusión del nuestro y la similitud de los nombres de las ciudades para capturar turistas incautos.

5
La Abadía del Niño Dios fue fundada el 30 de agosto de 1899 por la Abadía de Belloc, Francia, y es el primer monasterio benedictino de Hispanoamérica.

Como todo monasterio benedictino, la Abadía del Niño Dios está gobernada por un Abad, que significa padre. El Abad es elegido por toda la comunidad y su tarea principal es trabajar por el bien espiritual de los monjes y atender la administración de los bienes del monasterio.

El mismísimo Abad nos recibió al llegar. Era un viejo amigo de mi padre. Portaba una metralleta en la mano derecha y en el cuello una tira de recarga de balas cuyo color combinaba perfectamente con la cruz-medalla de San Benito.

_Sean uds. bienvenidos. Los monjes benedictinos abrimos nuestra casa para que todo el que sinceramente busca a Dios pueda encontrarse verdaderamente con él y consigo mismo.

Sonó bastante extraño viniendo de un monje con metralleta en mano que a su vez estaba flanqueado por otros dos, armados de granadas y machete uno, y bazuca el otro.

6
_Ya vienen. Vienen los súbditos de Belcebú!! –Gritó el vigía apostado en el campanario-.

No hacían ni 15 minutos de nuestro arribo. La velocidad de manejo de Carlitos había sido determinante.

Los 20 monjes que residen allí, se reunieron a la entrada de la Iglesia. Algunos salían de la biblioteca. Habían interrumpido su lectio divina. Otros abandonaron la elaboración de los productos por los cuales es más conocida la abadía, entre los que se encuentra el famoso Licor Monacal Dulce.

Rodeado por todos, el Abad tomó la palabra.

_Debemos prepararnos para luchar hasta el final! El demonio no puede vencer y reinar en las tierras del Señor. Debemos derrotar a las criaturas de Satanás!! Por San Benito!!
_Por San Benito y Dios!!!!!!! –Arengaron los demás monjes-.
_Hasta la muerte!! –Incrementó la apuesta el Abad-.
_Hasta la muerte y con gloria resurección!!!!!!! –Replicaron los monjes y Carlitos, que ya estaba entusiasmado-.

Ya dentro de la iglesia, con las puertas trancadas con una gruesa madera, asumimos posición defensiva. Nos habían provisto de armas potentes, pero solo deberíamos usarlas si lo mutantes penetraban la iglesia. Carlitos tenía la mirada de un niño en Día de Reyes, ya que en suerte, le había tocado una escopeta de caño recortado.

Varios monjes se habían apostado estratégicamente en el techo y campanario, ya que al estar la iglesia en el punto más alto de un monte, daba una visión panorámica que haría las delicias de cualquier franco tirador.

7
No tardó mucho en escucharse el primer estruendo. Luego una lluvia de disparos. Silencio. Ráfaga de metralleta. Gritos. Explosiones. En ese momento, en que la percepción del tiempo se estira cual chicle y tirado cuan largo soy detrás de una fila de asientos de oración, encontré un momento de paz para contemplar la belleza de la iglesia.

El estilo de la Iglesia es neo-románico. El altar tiene representado en bajorrelieve la Ultima Cena de Cristo con sus Apóstoles. La luz ingresaba a esa hora de la mañana y teñía todo de un amarillo sedante. Era eso lo que me adormilaba o realmente estaba decayendo mi bienestar físico?

Enormes gotas de sudor comenzaron a caer precipitadamente de mi frente.

_Carlitos. Me siento mal.
_No seas humilde. Si me contaron que te sentás muy bien, pedazo de puto!!! –Dijo irónicamente-.
_Creo que tengo fiebre -Retruqué sin reír-.
_A ver? –Posó su mano en mi frente-.

Estaba volando en fiebre.

_La pierna Carlitos! Me arde la pierna!

Respondió algo, pero no lo entendí. Comencé a verlo cada vez más lejos. Estaba comenzando a perder la conciencia. Posé la vista en el colorido vitró del Niño Dios. Era hermoso. Pude ver en cámara lenta como estallaba en mil pedazos e ingresaba un mutante.

8
_Está recuperando la conciencia!!
_Besa la medalla hijo mío. Crux Sancta Sit Mihi Lux. Non Draco Sit Mihi Dux. Vade Retro Satana. Nunquam Suadeas Mihi Vana. Sunt Mala Quae Libas. Ipse Venena Bibas.

Vi vagamente, en semiinconsciencia, que estaba en la camioneta de Carlitos. Mi padre, Carlitos, el Abad y un monje más ocupaban los restantes lugares.

_Rabito donde está? –balbuceé torpemente.

Rabito lamió mi cara.

Unos momentos de inconsciencia, tal vez unos segundos o varios minutos, más luego retorné a una vaga vigilia.

_Pásame la bazuca hermano.

Estábamos detenidos a la veda del camino. De un certero tiro, el Abad destruyo parte de uno de los sectores del puente Rosario-Victoria.

Ya en plena marcha, Carlitos lo felicitó.

_Que buen tiro. Bien pensado, ahora los mutantes no podrán pasar!
_No era por eso hijo. Como monje ecologista que soy, siempre me opuse a la construcción de ese puente. Las bases modificaron la hidrodinámica del río Paraná y su planicie de inundación, interrumpiendo el corredor biológico de los humedales de esta zona con consecuencias catastróficas para la ecología.

9
Retomé la conciencia, ya en otra ubicación totalmente desconocida para mí. A quien le sucedió me comprenderá, lo espantoso que es despertarse en un lugar desconocido.

_Donde estoy?
_No malgastes energía hijo mío –Dijo con suave voz el Abad.
_Toma un trago de esto, hijo mío. Te hará bien.

Era propóleo del que ellos fabrican. Delicioso. Lo devoré y relamí mis dedos. El cuerpo es inteligente y sabe cuando algo es necesario para su supervivencia.

_Donde estoy?
_Eso no es importante hijo. Estas a salvo. Creo que debes escuchar algo que tiene para decir tu padre. Es realmente importante que lo escuches. Los dejo solos. Recuerda: El Señor siempre está contigo.

Armando se acercó con cara de fatalidad mientras el Abad se alejaba. Al cruzarse, este le posó una mano en el hombro, en señal de apoyo.

_Papá. Que tenés que decirme?
_Es bastante grave. Yo pensé que tal vez mi maldita genética no te había tocado en ese aspecto. Lo deseé con toda mi alma!
_Que querés decirme? No entiendo nada!
_Escucha hijo. Todos piensan que perdí la pierna en Malvinas, pero realmente fue por un problema hereditario que provoca que la pierna izquierda pierda irrigación y termine gangrenando y muriendo.
_Querés decir que voy a perder la pierna!?
_Peor aún hijo. La civilización ha colapsado en donde estamos. No hay hospitales. Ahora estamos en la planta de celulosa de Capitán Bermúdez, único lugar en que pudimos ocultarnos de las fuerzas armadas. Tienen órdenes de matar a todo ser vivo expuesto a la zona de cuarentena.
_No te vayas por las ramas! Terminá de decirme todo!
_Te vamos a tener que amputar la pierna sin anestesia. Es eso o vas a morir por la gangrena –Bajando la vista, como si fuera culpa de él-.

El estado febril no permitió asumir el impacto de lo escuchado, pero debía ser cierto. Mi hermosa pierna izquierda tiene ahora un color morado poco saludable y el habitual olor a queso suizo ha cambiado por roquefort azul.

Qué hacer?

1-Amputar mi pierna izquierda sin anestesia?
2-Arriesgarme a morir por la gangrena?

Ya saben qué hacer. (La encuesta está arriba a la derecha en el blog)